Mucho se ha comentado de manera reciente sobre el comercio unificado: el uso de plataformas tecnológicas para gestionar tanto las operaciones en tienda, como las detienda online. En la lucha por mitigar el riesgo de fraude, contar con una estrategia bajo dicho enfoque, resulta fundamental. Actualmente, de acuerdo con una encuesta de Boston Retail Partners, el 81% de las empresas de retail de Norteamérica emplearon el año pasado algún tipo de enfoque de comercio unificado.
Y es que incluso cuando las empresas adaptan sus modelos para vender mediante todos los canales, la necesidad de ubicaciones físicas está lejos de ser obsoleta. ¿Comprar online y recoger en tienda?, ¿comprar en tienda y recibirlo en casa? Las posibilidades son muchas. Los minoristas que tengan una buena estrategia harán todo lo posible para ofrecer a los clientes cuantas opciones sean posibles, tanto para comprar como para pagar.
Comercio unificado: un enfoque clave
Si bien muchos vendedores han superado algunos obstáculos del comercio unificado, como la centralización de la gestión de pedidos o la transformación de inventarios y cadenas de suministro, la pregunta sigue siendo “¿cuál es la mejor manera de combatir elfraude de pagosante un volumen de transacciones tan alto?”.
Adyen ha desarrollado una solución de riesgo comercial unificado muy particular, ya que pese a gestionar todos los riesgos en una sola plataforma, contempla que cada canal conlleva sus propios desafíos. Las operaciones de tarjeta no presente (CNP), los pedidos telefónicos y las transacciones en la tienda (CP) tienen características y riesgos únicos, pero aunque son tan variados, una única plataforma unificada es la herramienta ideal para gestionarlos.
Además, ésta aumenta la eficiencia en la parte inicial de una transacción de pago, pues asegura estabilidad, integridad y, en última instancia, tasas de autorización y rendimiento más altos.
Otra razón por la que este enfoque es clave para combatir el fraude de pagos consiste en que su uso aporta al uso de datos históricos de un usuario tanto en línea como en tienda, ya que vincula los datos de ambas plataformas y el historial del comprador, permitiendo formar un perfil más exacto de los consumidores legítimos.
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Es importante mencionar que la gestión de fraude debe ser un proceso invisible para el cliente mientras le genera el beneficio de protegerlo, es decir, no debe generar fricciones adicionales al proceso. Para ello se necesitansoluciones que generen un equilibrio para que la experiencia de compra óptima no obstaculice la transacción, como Revenue Protect de Adyen.
Usa todos los datos disponibles
Pensemos en un comprador que entra en una tienda minorista y adquiere un par de zapatos usando un terminal de punto de venta, verificando la compra por PIN. Esa misma noche, el cliente vuelve a comprar, pero ahora un par de calcetines en el sitio web del minorista, y su dirección IP se registra a pocos kilómetros de la tienda que visitó unas horas antes.
Incluso si él utiliza una tarjeta de crédito diferente para el pago en línea (que, debido a la falta de datos históricos del comprador, podría considerarse de mayor riesgo), el minorista sabría reducir la fricción para esta nueva compra, sabiendo, basado en millones de conjuntos de datos correlacionados, que la probabilidad de que el pedido sea genuino es excepcionalmente alta.
En un escenario similar, supongamos que un cliente que históricamente ha comprado en línea decide visitar una tienda física. Quizás, ese día, su combinación de chip y PIN falla. Pero si el sistema de gestión de riesgos detecta su largo historial de compras, junto con una dirección física cercana, podría estar más dispuesto a aceptar el pago mediante el deslizamiento de la tarjeta mediante la banda magnética, incluso cuando el chip del mismo plástico falló previamente.
Para el comercio actual la velocidad en el pago es fundamental, tanto en el ámbito físico como en el digital. En este nuevo mundo de comercio mixto, nunca ha habido una mayor necesidad de un sistema de pagos que utilice datos de todos los canales para ayudar a los comerciantes a tomar decisiones inteligentes.
En conclusión, la gestión del fraude de pagos no se trata sólo de evitar las transacciones "malas", sino que también es un ejercicio para eliminar la fricción de las "buenas".
Adoptar un enfoque holístico para la gestión del fraude mediante la consolidación de todos los datos disponibles en un solo sistema no solo es el enfoque más eficiente para combatir el fraude en los pagos, sino que también, a largo plazo, aumenta los ingresos al brindar a las empresas un conjunto de herramientas sofisticado para un problema complejo.
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